Cada vez pasamos más tiempo en el interior. Satisfacer las exigencias de confort térmico es una tarea indispensable en el diseño arquitectónico para lograr que los espacios sean realmente útiles para sus usuarios.

¿Qué es el confort térmico?
El confort térmico describe la satisfacción con la temperatura de un lugar. Son una serie de condiciones en las que la mayoría de las personas se sienten cómodas. El confort térmico se encuentra entre las condiciones más importantes para mejorar la comodidad y la satisfacción de los ocupantes con su ambiente interior.

¿Cómo afecta un confort térmico deficiente?
Es indiscutible que la concentración, la destreza manual y hasta la frecuencia de accidentes se ve influenciada por temperaturas demasiado altas o bajas.

Un lugar demasiado frío o caliente es nocivo para la salud y eleva la posibilidad de enfermedades. En el caso del frío, las enfermedades cardiovasculares aumentan al estar expuestos a bajas temperaturas constantemente.

¿Qué considerar para lograr el confort térmico?
Para tener un espacio que tenga el mayor confort térmico, debemos de tomar en cuenta cinco factores:

  1. El aislamiento reduce la pérdida de calor en las temporadas frías y mitiga el aumento de calor durante las temporadas calurosas. El ladrillo cumple esta característica con creces.
  2. La ganancia solar está influenciada por los niveles de aislamiento del edificio, su forma y orientación, la relación de la superficie de la ventana a la pared opaca, el tipo de acristalamiento, sombra o dispositivos de sombra.
  3. La inercia térmica varía según la masa y el material de un edificio. La temperatura interna de lugares con alta inercia permanece relativamente estable frente al cambio de temperatura exterior.
  4. El aire aéreo y la ventilación permiten el control de los intercambios de aire con el exterior.
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